Si nos paramos a pensar en nuestro ‘dia a dia’, resulta cada vez mas evidente la creciente proyección, o presencia, ‘online’ de nuestra actividad diaria (cuanto menos sentimos la ‘presión’ de tener que hacerlo). En efecto, es casi impensable una jornada laboral sin hacer uso del ordenador, y en particular sin acceder (via web) a Internet: accesos a mi correo, calendario, prensa, blog, redes sociales, gestor de ‘semillas’ (RSS), servidor elearning, de gestión de contenidos, búsqueda de información, realización de todo tipo de transacciones administrativas, consultas a diferentes tipos de bases de datos, trabajo colaborativo, contactos personales, reuniones, proyectos, …
Al mismo tiempo, quizás también sea general la sensación de que estamos incorporarando nuevos y diferentes ‘métodos y tecnologías de trabajo y aprendizaje en un entorno web (RED)’, sin apenas reflexionar acerca de cómo lo hacemos… ¿lo estamos haciendo de manera eficaz y eficiente?, ¿necesitamos desarrollar nuevas habilidades?, de ser cierto ¿cuáles son?, ¿somos sensibles a dicha necesidad?, ¿se presta, prestamos, la atención y recursos requeridos?, …